Una  de las dudas más frecuentes que surge  cuando un cliente decide  utilizar medios exteriores para darse a conocer,  es, en que momento del año es más efectivo anunciarse. Es una duda razonable, muy en concreto, en ciudades que reciben un flujo importante de gente en determinadas épocas del año. Principalmente, este fenómeno  se produce en zonas costeras. Ciudades con una impronta de lugares de ocio, que se han consolidado como verdaderas entidades del descanso y el placer.

Hablamos, por supuesto de aquellas empresas, que por cuestiones de presupuesto, deben decidir cómo y cuándo emplear ese dispendio.

 Entendiendo y diferenciando  por temporada alta,  aquella más cercana a  la segunda mitad del año, que es cuando el clima se hace más llevadero, y es por  tanto la época más solicitada para  anunciarse.

Cada gremio tiene una entidad diferenciada. Y en cada gremio, cada empresa, su propia singularidad. Lo que para algunos, el flujo de su negocio se basa principalmente en el turismo, es decir, en el cliente no fidelizado; para otros no obstante, el grueso de la acción se debe al cliente autóctono, aquel que reside en la propia ciudad y al cual se le quiere como cliente fijo.

Es indudable, que todos y cada uno de los negocios, suspiran por la buena marcha de su contabilidad. Todos son clientes, sin distingo alguno, y todos ansían la llegada del turista, sea cual sea su procedencia.

Analizar al cliente (el anunciante) es fundamental para poder acertar con la estrategia más efectiva. Saber cuáles son sus preferencias nos ayudará a dar los mejores consejos y actuaciones para el buen desarrollo de una campaña publicitaria coherente.

Así pues, ¿cuándo anunciarse? ¿De qué forma emplear  los recursos? Yo les diría: Discernir qué tipo de cliente es el más objetivo. Analizar qué medios utilizar y en qué zonas. Que lo pongan en manos de profesionales. A largo plazo, es una forma de ahorro intangible. Es  importante lo que anunciamos, pero más aún como, cuando y donde lo hacemos.

Diversifica  tus recursos. Esto es: Una vez aclarados tus objetivos, decide como afrontar una campaña. Ejemplo: Si tienes 12€ gastas 6 y 6 en dos meses. O, por el contrario  empleas 1 € al mes y tienes presencia anual constante. Impacto y brevedad, o, presencia y constancia.

Esto lo decidirás en función de lo expuesto anteriormente.

Recuerda que una campaña publicitaria es un cúmulo de  varios factores que deben ir en perfecta armonía. Y redundo en lo mismo;  Como, donde y cuando anunciarse, van de la mano. Son indisolubles.

Aplica el viejo dicho “lo barato es caro”.  Nada garantiza el éxito, pero al menos lo aproxima.